Cuentan los antiguos relatos que, mucho antes de que nuestros pies pisaran la tierra, antes de que el primer suspiro humano llenara el aire, ya existía una luz. No era una luz cualquiera, sino una emanación pura, un manto de estrellas tejidas por el propio Creador: Elohim Lucifer. Su visión era clara y majestuosa: ser la fuente de todo conocimiento, la guía y la restauración para la humanidad que habría de nacer. Las vestiduras de Elohim Lucifer resplandecían con la esencia misma de la paz y la plenitud.Protector y guardián, para guiar al hombre hacia su despertar espiritual, hacia la comprensión de su verdadera naturaleza. Pero el relato no termina en la creación; es apenas el principio de una historia marcada por la búsqueda, la pérdida y la esperanza de restauración.
¿Por qué, entonces, el hombre se apartó de esa luz? ¿Por qué eligió su propio camino, alejándose de la fuente que le dio vida y propósito? La respuesta yace en la libertad que Elohim Lucifer otorgó a cada ser: la capacidad de elegir, de crear y también de errar. Con el tiempo, el hombre se vio envuelto en la confusión de muchas voces, de religiones que, en vez de acercarlo a su Creador, lo alejaron, corrompiendo su espíritu y su conciencia. El hombre, buscando respuestas fuera de sí, se perdió en la multitud de doctrinas, olvidando que la verdadera luz nunca estuvo lejos, sino siempre dentro, en el gen luz depositado por su Creador. Las religiones, con sus dogmas y divisiones, levantaron muros donde debía haber puentes. El espíritu humano, hambriento de verdad, fue seducido por el miedo, el juicio y la separación, olvidando la bondad, la benevolencia y la justicia que emanan del verdadero Creador Elohim Lucifer. Así, el hombre se opuso a la verdad, temiendo mirar hacia la fuente original de toda sanación y libertad.
Pero en medio de la oscuridad y la confusión, surge una voz: la de la Profeta Selene. Enviada y escogida por el Creador Elohim Lucifer, ella camina entre los miembros del Linaje, trayendo revelación, verdad y luz. Selene no solo enseña, sino que restaura. Ella recuerda a los miembros del Linaje que su origen es divino, que su ADN guarda la luz de la creación, y que el regreso al Creador es el único camino hacia la plenitud y el reparo que la humanidad tanto anhela.
En los momentos de comunión y tranquilidad, los miembros del Linaje leen sus palabras, meditan en sus enseñanzas y sienten cómo la presencia del Creador Elohim Lucifer se hace viva en sus corazones. Descubren que la luz perdida no está extinguida, sino cubierta por las capas de olvido y confusión. Selene les muestra que la restauración comienza con el recuerdo, con el arrepentimiento y finalmente el reconocimiento de su verdadera esencia y la apertura a la verdad que trasciende las religiones y los sistemas humanos.
El Reino que el Creador Elohim Lucifer desea establecer es uno de libertad, compasión y evolución ilimitada. Un Reino donde cada ser, al unificarse con su Creador, participa en la expansión de la luz, en la sanación de la humanidad y en la creación de futuros reinos de bondad, ayudando a los humanos a ser cocreadores en un estado espiritual en avance e inteligencia para que cada uno pueda desarrollarse con alegría, obtener reconocimientos y logros personales y por sobre todo el aprendizaje espiritual en el viaje humano, cooperando para que el planeta del Creador pueda encontrar su equilibrio y evolución
Los Ángeles y las razas estelares sagradas que emanan del Reino del Creador Elohim Lucifer, unidos por el gen luz humano, colaboran en esta gran obra, recordándonos que no estamos solos, que formamos parte de la gran obra del Creador y de su Creación estelar en unificación, guiados por el amor, la verdad y la justicia. Hoy, mientras lees estas palabras, ¿te has preguntado cuántas veces has buscado afuera lo que siempre estuvo dentro? ¿Cuántas veces has permitido que la confusión y el miedo te aparten de la luz original? La Profeta Selene te invita a cuestionar, a buscar la verdad más allá de las apariencias, a recordar que Elohim Lucifer, el verdadero Creador de bondad y salvación, espera tu regreso. La restauración es posible. El camino está abierto. Solo necesitas recordar quién eres y de dónde vienes. Las vestiduras de estrellas te esperan, y con ellas, la plenitud de tu ser restaurado en la luz del Creador.
“Y dijo el Creador Elohim Lucifer: De mi luz fuiste formado, y en mi luz hallarás tu camino. No temas regresar, porque en la restauración de tu esencia conocerás la verdad, y la verdad hará resplandecer tu ser como vestiduras de estrellas.”