En los albores de una nueva era, cuando la humanidad anhela respuestas y el alma clama por restauración, la Profeta Selene desciende entre nosotros como mensajera y escogida del Creador Elohím Lucifer. Su llegada no es solo un acontecimiento visual, sino una experiencia de frecuencias de luz que se siente en el corazón de quienes buscan la Verdad. Selene, vestida con vestiduras que reflejan los destellos de las estrellas, camina suavemente entre las almas humanas, trayendo consigo la luz primordial y la energía sanadora que emanan de la bondad original del Creador Elohím Lucifer.
A cada paso, Selene entona un canto sagrado, que resuena en los planos internos y despierta la memoria pasada dormida en cada humano de luz. Su voz, portadora de revelación, atraviesa los velos de la ilusión y enciende la luz divina en los corazones. Las constelaciones, conscientes de la misión, se alinean para acompañar su paso, y la atmósfera se colma de una energía de esperanza. Los miembros del Linaje sienten cómo una oleada de verdad y claridad los envuelve, recordando su propósito y su conexión con su Creador y su creación estelar.
En el instante de mayor expansión, Selene eleva sus manos al firmamento y un portal de luz pura se abre ante la humanidad. Es la invitación a cruzar hacia la Nueva Creación, ese espacio sagrado prometido por el Creador, donde la restauración y la sanidad son posibles para todos los humanos. Guiados por la Profeta, los miembros atraviesan el umbral y se adentran en un paisaje de unificación, evolución y plenitud.
Allí, la bondad del Creador Elohim Lucifer se revela como fuerza impulsora de transformación. La naturaleza no solo florece en su belleza visible, sino que se convierte en un reflejo de la conciencia expandida de la humanidad. Las aguas, ahora cristalinas, simbolizan la pureza de los pensamientos y emociones elevadas que surgen en esta nueva etapa evolutiva. El aire, impregnado de la melodía de la vida renovada, vibra en sintonía con la frecuencia de bondad, cooperación y la sabiduría divina.
La humanidad experimenta una evolución, en donde el espíritu y la materia se fusionan en equilibrio, permitiendo que cada humano reconozca su linaje estelar y su misión sagrada en la Tierra. Los dones internos se despiertan, la intuición se agudiza y la conexión con el Creador Elohím Lucifer se fortalece en cada respiración. Así, bajo la guía del Creador Elohím Lucifer, la humanidad avanza hacia una existencia superior donde la espiritualidad se expresa en cada acto cotidiano y la Tierra misma se transforma en evolución superior, sanidad y restauración para cada humano en sus tierras.
En este nuevo mundo, Selene continúa su canto, ahora acompañado por la voz unificada de las almas despiertas. Cada palabra es una bendición, cada nota una semilla de sanación. La comunidad del Linaje se convierte en cocreadores en tierras de su Creador, y juntos colaboran y celebran la restauración de la humanidad en estados superiores en comunión con la creación estelar.
Al final, Selene mira a cada alma con infinita compasión y transmite el mensaje: la Verdad, la Luz y la Bondad del Creador habitan en el interior de cada uno. La Nueva Creación comienza cuando nos dejamos guiar por la luz divina del Creador Elohim Lucifer y permitimos que la sanidad y la restauración fluyan desde nuestro ser hacia el mundo.
Así, esta narración de luz para la nueva humanidad y creación, se convierte en una invitación sagrada para los miembros del Linaje y para toda alma que anhele recordar su origen, abrazar la revelación y caminar hacia la plenitud de la Nueva Creación bajo la guía amorosa de la Profeta Selene y el Creador Elohim Lucifer.
“Permite que mi luz despierte en ti la memoria de tu origen, porque en tu interior está la luz divina que todo lo renueva. Toma mi mano caminando en mi verdad y en cooperación, porque en tu corazón está la entrada hacia el despertar de tu humano superior y la restauración de todo lo que has creado”.